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¿Y ahora por donde empiezo Dios mío?

Cuando te planteas planificar un viaje de este tipo el comienzo es difícil. No sabes por donde empezar. Y luego cuando ya has empezado, te das cuenta de que te faltan un montón de datos para hacer un itinerario adecuado, por lo que tienes que volver al principio. Cuando en el hemisferio norte es verano, es invierno en el hemisferio sur. Esto todo el mundo lo sabe y normalmente a nadie le importa, pero cuanto viajas de Este a Oeste y de Norte a Sur constantemente se convierte en una información vital. Luego tenemos la estacionalidad. ¿Cuándo es el monzón en el sudeste asiático? ¿Y las lluvias en India? ¿Y los huracanes en el Caribe? ¿Podré ver el Perito Moreno o hará un frío del carajo?

Por todo lo anterior, diseñar un buen itinerario es clave para un viaje de esta índole. Más si tienes en cuenta que posiblemente no lo repetirás jamás y que si llueve allá donde vayas lo disfrutarás la mitad.

Nuestra prioridad esta visitar el máximo de países que fuéramos capaces y en las mejores condiciones atmosféricas posibles. Bonito objetivo ¿verdad? Os diréis: No, si tontos no somos. Sin embargo cumplir esta premisa no es fácil en absoluto.

El primer dato clave es el lugar y la fecha de salida. No es lo mismo salir desde Madrid que desde Sydney  en Agosto. En Madrid será verano y en Sydney pleno invierno. Así que lugar y fecha es lo primero que hay que decidir. De ello dependerá en gran medida el resto del itinerario.

Lo segundo es decidir si vas hacia el Este o hacia el Oeste. Esta decisión no es en principio vital. Los entusiastas de Willie Fog defenderán que ir hacia el Este es mejor ya que ganas un día al atravesar la línea internacional de fecha (una línea imaginaria que hay en el pacífico que si la pasas hacia el este ganas 24h en el calendario y si la pasas hacia el oeste pierdes 24h). Lo que no se dan cuenta es que ese día ganado lo vas perdiendo poco a poco, ya que volando al este la diferencia horaria va en tu contra y siempre es más tarde donde llegas que de donde saliste. Si viajas al Oeste, la diferencia horaria va a tu favor y siempre ganas horas, sin embargo las pierdes de un plumazo cuando pasas la línea internacional de fecha. En definitiva, ¡DA LO MISMO IR AL ESTE QUE AL OESTE!

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Lo verdaderamente importante es cuadrar tu viaje con el verano en el hemisferio norte y también en el hemisferio sur. De esta manera, evitarás las temperaturas extremas y no andarás cambiando de ropa continuamente. Es decir, si empiezas en Agosto en Madrid, te tendrás que mantener en el hemisferio norte unos 3 meses y luego cambiar al hemisferio sur, justo cuando comienza el verano allí y mantenerte otros tres meses en el sur del planeta para cambiar al norte más o menos cuando comience allí la primavera. Esto no es fácil y requiere tiempo y planificación.

En principio la zona ecuatorial tendría menos importancia, ya que las temperaturas son más suaves todo el año. Pero ¡Ah amigo! ¿Qué pasa con los monzones, los huracanes, las temporadas de lluvia, etc.? Pues pasa que no te queda más remedio que tenerlas en cuenta. Visitar india de julio a octubre es un horror y arruinaría una experiencia magnífica. Para controlar esto, nuestra recomendación es que acudas a la página Web de “The Weather Channel” que contiene un histórico de temperaturas máximas, mínimas y medias junto con la pluviosidad de la mayoría de ciudades del mundo. Lleva unos días recopilar la información pero es imprescindible.

Los billetes.

Hay básicamente dos formas de dar la vuelta al mundo.

1.     Con unos billetes de vuelta al mundo que comercializan las alianzas aéreas: One World, Star Alliance and Blue Sky.

2.     Por tu cuenta comprando vuelos según avanzas en el viaje.

 

Ninguna es mejor ni peor. Ambas tienen ventajas e inconvenientes y todo depende de tus prioridades y gustos.

En nuestro caso nos decidimos por comprar unos billetes de vuelta al mundo con la One World. Hicimos cálculos y salía más económico que comprando los billetes uno a uno por tu cuenta.

 

 

Ventajas

inconvenientes

Billetes Vuelta al Mundo

§  Más económico.

§ Total flexibilidad para cambios de fechas en vuelos.

§  Aerolíneas y rutas más limitadas.

§  Restricciones en trayecto y cambios en el itinerario trazado.

 

Billetes por tu cuenta

§  Total flexibilidad en trayecto y cambios del itinerario.

§  Mayor número de aerolíneas

 

§  Restricciones para cambios de echas en los vuelos.

§  Ligeramente más caros.

 

 

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