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2 de julio        Camino al Sur

Necesitamos hacer el resto de reservas de hotel para las noches que quedan y conseguimos hacer encaje de bolillos en los pueblos del sur de Inglaterra porque o no hay plazas donde queremos o han aumentado el precio por ser fin de semana, o hay la feria anual de coches de época, etc, etc, etc….Mientras resolvemos este temita de mayor importancia, Amaya se va a buscar una lavandería para poder lavar la ropa. A su vuelta emprendemos camino hacia el Sur, hacia Brighton y sus playas.

Brighton es una ciudad costera con un gran y peculiar paseo marítimo (PIER) que se adentra en el mar en que hay instalado un parque de atracciones permanente. Más tarde nos daríamos cuenta de que esto no es sólo típico de Brighton, sino del resto de ciudades costeras. Todas cuentan con un pier más o menos atractivo en el que hay más o menos divertimento.

Pero nuestro hotel no está en Brighton sino en otro pueblo llamado Worthing, que nos cuesta encontrar y al que llegamos por la pesadísima carretera de la costa. Por el camino, hartos de dar vueltas, paramos a comer en un parque infantil, donde las niñas por lo menos se desfogan y pueden jugar con otros niños mientras nosotros devoramos la guía de Jordania y de Egipto porque no hemos preparado nada todavía.

Para nuestra sorpresa el Travel Lodge de Worthing es enorme, en primera línea de playa (recordemos que estamos en Inglaterra, no en Brasil) y consiste en una antigua mansión de estilo colonial. Intentamos volver a cambiar la reserva para poder quedarnos más días pero no hay posibilidad. Ya llegada la noche salimos a cenar y afortunadamente nos encontramos un par de sitios abiertos teniendo en cuenta que aquí a las 6 de la tarde se paraliza el país.

3 de julio        Comida en un lugar original, el KFC

Nos pasamos la mañana de gestiones, entre otras preguntar en alguna agencia de viajes si es posible que nos apañen un viaje a Egipto con todo organizado (como era antigua colonia nos imaginamos que habrá facilidades y algún que otro chollo de última hora). Pero es como pedir limones a un peral. Y encima, carísimos. Así que poco a poco nos vamos deshaciendo de la idea de nuestro crucero por el Nilo. Para colmo ninguna agencia permite niños en esos cruceros, no vaya a ser que se los coma algún cocodrilo.  Nos está costando cada vez más encajar las cosas en Egipto y los traslados se complican demasiado. Además hay que tener en cuenta el calorcito que hará y lo muchísimo que hay que regatear con todo el mundo para que no te timen (lo dicen en la guía también) .Y ya no tenemos fuerzas.

Aprovechamos la mañana para hacer algunas compras y comer en el KFC: este pueblecillo de Worthing nos ha sorprendido gratamente porque a pesar de ser igual de aburrido que todos los demás, parece que tiene cierto encanto costero, con su paseo, sus playas de piedras y agua fría, muy fría. Hay muchas casitas coloniales, reminiscencias de un principio de siglo de esplendor donde la alta sociedad venía a la costa a pasar el verano, y las calles están adornadas con flores. La calle más céntrica es peatonal y las tiendas y almacenes que la flanquean crean cierto ambiente. Hasta que llega el coco de las 5:30 de la tarde y de repente desaparece todo el mundo y echan los cierres de las tiendas todos a la vez. ¿Vendrá Jack el destripador o algo parecido? ¿Por qué huye  todo el mundo?......

Como no nos dan alternativas nos acercamos a Brigthon pero no por la costa sino por la autovía interior  y  disfrutamos de las atracciones del PIER. Las niñas usan sus dineritos para las maquinitas y están emocionadas, pero no podemos permitirnos montar en las atracciones porque o son de adultos o son carísimas. Así que cenamos en un puestecillo chino (ya empezamos a echarlos de menos) y nos divertimos como paletos observando a los locales. Hay muchos grupos de gente disfrazada, sobre todo chicas. No sabemos si son despedidas de solteras o fans de algún equipo de fútbol, el caso es que más horteras no pueden ir.

Anotación: menos mal que no hay mucho diseñador de moda inglés porque a juzgar por cómo viste la población, lecciones de esto aquí no dan. Sara se lo pasa en grande analizando al personal por la calle, a ella que tanto le llama la atención el tema de la moda. Alucinamos con los japoneses pero a esto no sabemos qué nombre darle porque el principal problema es que los cuerpos no acompañan a la ropa, no al revés. Llenos de curiosidad por fin preguntamos a unas señoras que de qué van y nos confirman que sí, que son grupos de supporters y animadoras que celebran el partido que va a jugarse mañana, y que ellas, como madres sufridoras, se disfrazan como sus hijas a ver si pasan desapercibidas, pero no, a su edad y con esas carnes es difícil pensar que sean animadoras también. Después nos deleitamos con un paseo por las callecillas cercanas al PIER, llenitas de pubs, restaurantes y mucho, mucho ambientillo. Ya sabemos dónde han huido los de Worthing. Estarán todos aquí.

4 de julio        En Hastings

Obligados a mudarnos, nos montamos en el coche y seguimos hacia el Este hasta llegar a Hastings, una ciudad costera que promete con un bonito paisaje y donde no hacemos nada especial excepto más gestiones para ir cerrando lo de Jordania.

Nos acercamos por la tarde a unos bosques cercanos por si nos topamos con algo curioso. Y desde luego, lo conseguimos. Con la intención de hacer un poco de picnic y caminata por el bosque llegamos a un claro donde hay más coches aparcados. Cuando ya hemos hecho lo propio, al salir nos damos cuenta de que debajo de unos abetos hay unos parquímetros con el letrerito “Pay and display”. Pero, y ¿qué es lo que hay que pagar, si este bosque es público? A 200 metros vemos otro cartel “Pay and display”. Pues nosotros no tenemos mucha intención de pagar por pasear en un bosque. 200 metros más a la izquierda, donde empieza un caminillo que se adentra en la espesura, vemos otro cartel “Have you paid and displayed?”. No nos lo podemos creer, parece una broma de esas de cámara oculta. Inmediatamente tomamos muestras gráficas de todo esto porque estamos seguros de que no os lo vais a creer. Es como si de repente, cuando aparcas en la Boca del Asno en la sierra, te aparecieran maquinitas para pagar debajo de cada pino. ¡Vamos hombre!

Salimos por la noche a cenar y nos damos cuenta de que hay más españoles que locales. Deben ser estos grupillos que se mandan a estudiar inglés en el verano. Preguntamos a uno de esos grupos que pasa cerca de nuestra mesa y nos falta tiempo para terminar la pregunta de:

¿Y qué tal con vuestras familias inglesas?, para que se arremolinen todos a nuestro alrededor: ¡Buah!  Pues no veas, en mi casa no me dan de comer y estoy cada dos por tres en el burguer… Pues a mí me tratan muy bien…Pues a mí casi no me hablan así que no aprendo..

-¿Y aprendéis mucho inglés al final o no?

- Pues como estamos todo el día juntos los españoles, al final poco. Eso sí, fiestas casi todos los días……

5 de julio       

Hoy no hemos hecho nada interesante, excepto seguir programando.

6 de julio        Volamos a otro mundo

Antes de irnos al aeropuerto atravesamos Londres en plan meteorito para que las niñas vean por lo menos el Big Ben y la noria…. No nos da tiempo a más pero aún así podemos probar los atascos en la urbe.

Nos vamos de este país en el que no pensábamos parar más que una noche para saltar a Jordania y en el que al final hemos pasado casi dos semanas. Nos han gustado mucho sus paisajes, sus campiñas, sus castillos (por fuera por lo menos) pero nos vamos con un sabor un poco amargo por el trato de sus gentes, por la presión que sentimos a todas horas por los límites en todo, porque no hay juerga, porque no hemos comido nada original, porque no hemos visto a nadie guapo…

El vuelo se retrasa unas cuatro horas.

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¡Qué Elegancia, qué estilo, qué clase...! Tanta belleza y buen hacer en el arte de la costura ha desbordado todas nuestras ideas preconcebidas...provocándonos un shock del que rodavía no nos hemos recuperado.
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Los grupos de adolescentes españoles invaden las calles inglesas en verano. Por supuesto no aprenden ni una palabra de inglés, pero se lo pasan en grande.
Pasamos por Londres como una exhalación. Eso sí, obtuvimos la exclusiva de las primeras imágenes de Londres sin lluvia ni niebla.¿Será el cambio climático?
Brighton nos ha gustado a pesar de todo. Pasear por el Pier es toda una experiencia para los sentidos, sobre todo el visual.
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