20 de noviembre Laguna Grande. El paraíso bioluminiscente
Mañana iniciaremos un apartado nuevo que vamos a llamar: REFLEXIONES y que incluiremos al final del texto los días que nos de la vena,
los otros claramente no. Así que mañana encontraréis nuestra primera reflexión sobre: LOS BORINQUEÑOS. Que la disfrutéis.
Hoy ha sido un día, o mejor dicho, una noche muy especial. Ni nos acordamos de lo que hicimos bajo la luz del sol, hoy lo sensacional
ocurrió bajo la luz de las estrellas, en la laguna bioluminiscente de Fajardo.
Perdone, pero ¿Y eso qué es? Pues una laguna junto al mar en la que se dan unas condiciones particulares de PH, temperatura y nutrientes
que permiten que habite en el agua un tipo de plancton luminiscente, como algunos de los peces de las profundidades abisales, pero
en microscópico. Son como diminutas luciérnagas submarinas que, como sistema de defensa, se iluminan con el movimiento del agua. El
efecto es absolutamente espectacular.
Fuimos un grupo de ocho canoas por un estrecho canal que se adentra entre los manglares. Remamos escuchando los mil sonidos de la
selva, hasta llegar a laguna Grande. La sensación es mágica, como de ciencia ficción. Os ponemos un par de fotos y videos sacados
de Internet para que os hagáis una idea, porque es prácticamente imposible fotografiar este fenómeno. Se necesita un equipo muy sofisticado.
Ni siquiera pudieron grabarlo los del Discovery Channel, aunque sí los de la Nacional Geographic, según nos cuentan.
Imaginaros el escenario: Un cielo oscuro y estrellado con nubes dispersas que reflejan la luz de una tenue luna, los sonidos nocturnos
de la selva como fondo y los susurros de los remos que se iluminan al rozar el agua.
La silueta de los peces más grandes se ve moverse
a baja profundidad dejando una estela de neón azul tras sus colas. Parecen sirenas. Los pequeños, en grandes bandadas, crean un efecto
de fuegos de artificio marino cuando se asustan al paso de las canoas. Sin duda la experiencia más fascinante y mágica que hemos vivido.
Todo este encanto acompañado del toque cómico que ponían las discusiones de una familia hindú que iba en una de las canoas dando tumbos
de un lado al otro del estrecho canal. Cada vez que el guía les alumbraba con la linterna se veían tres palas de remos moviéndose
a un ritmo diferente y chocando entre si provocando que la canoa no dejara de dar vueltas. A veces también había atascos y situaciones
peligrosillas por los palazos que puedes recibir en el momento desesperado en el que otra canoa se mete bajo los manglares y empieza
a dar remazos para salir. Nosotros porque ya tenemos un poco de experiencia, pero os aseguramos que no es fácil cogerle el truquillo
para remar recto, más si cabe si es en total oscuridad. La única referencia es una lucecita verde al frente de cada canoa y
otra roja en la parte posterior. Fue muy divertido.
Cuando llegamos a la laguna, el guía nos agrupó y nos explicó científicamente este fenómeno que sólo se da en tres o cuatro lugares
del mundo. Tras la charla, sólo los atrevidos de Luis y las niñas se sumergieron en aquel agua negra. Sus cuerpos y extremidades se
iluminaban fosforescentes junto a los pececillos que pasaban alrededor como en una fantástica sesión de rayos x de color azulado.
Al levantar la mano y deslizarse el agua entre tus dedos, aún se veían tintinear las gotitas repletas de polvitos mágicos como los
de Campanilla. Es la descripción visual más parecida que se nos ocurre.
¡UNA EXPERIENCIA MARAVILLOSAMENTE SUREALISTA!
21 de noviembre No hay dos sin tres...
Pues así es, este fue nuestro tercer día tranquilo, más que aburrido, en Puerto Rico. Así que vamos a aprovechar para mostraros unas
fotos del “Tres Palmas” nuestro acogedor hotelito frente al mar y comenzar con el primer capítulo de la nueva sección: REFLEXIONES
dedicado hoy a:
LOS BORINQUEÑOS
Originariamente la isla de Puerto Rico se llamaba Borinquen, por eso a los oriundos de aquí se les llama también borinqueños. Posteriormente
la Isla se bautizó como San Juan Bautista, nombre que finalmente se quedó para su Capital y la isla adquirió el referido a la riqueza
de su famoso Puerto. Y Puerto Rico permanece hoy por tanto.
Los borinqueños son amables, cercanos y risueños, pero con el típico biorritmo
caribeño, es decir, no hay prisa para nada: “… y yo pa qué voy a correr” Se respira una vida tranquila, con sol y playita y temperaturas
suaves todo el año. Son además muy divertidos porque tienen una cierta salsa hispánica, muchos dichos y humor parecido al nuestro.
Lo
que nos resulta más gracioso es su forma de hablar sustituyendo la letra “R” por la “L”. lo que unido al condimento del “Espanglish”
queda cuando menos, curioso.
De modo que cuando preguntas por indicaciones la conversación podría ser algo así:
22 de noviembre El murciélago de Bacardí
Por si no lo sabíais, la mayor fábrica de Bacardí está en Puerto Rico y el murciélago del logo es el símbolo de las tres suertes:
La suerte de estar en familia, la suerte de estar sanos y la suerte de estar juntos en familia con todos sus miembros sanos. El logo
viene de que su mujer vio varios murciélagos en una esquina del techo de la primera destilería que compraron en Puerto Rico.
El Fundador ¿cómo no? era español y de nombre Facundo, nada menos. Don Facundo Bacardi se pasó diez años investigando y mejorando
el proceso de producción del ron con su propio alambique casero hasta que consiguió una fórmula secreta para destilar la melaza de
la caña de azúcar gota a gota y tras un proceso de maceración en barricas obtener el ron más exquisito de la época y de hoy
en día.
La visita a la fábrica es gratuita y propia del mejor estilo hollywoodiense. (Parece que estamos en un parque temático). Está bien
organizada y resulta muy interesante y amena para las niñas. Lo mejor es que, mientras esperas al carrito del tour bajo la carpa gigante
de la entrada, puedes pedirte cócteles gratuitos de ron para que te vayas ambientando.
Del mundo Bacardí nos dirigimos ya anocheciendo al paseo del fuerte, no sin antes desesperarnos con el tráfico, los tapones, los inútiles,
la mala señalización, etc. El paseo es bien bonito y con mucho ambiente. Las olas rompen junto a la muralla del fuerte y las luces
de la ciudad se reflejan sobre el mar. Nos encontramos con la exposición de fotografías “La tierra desde el aire” que vemos entretenidos
comiendo unas palomitas.
23 de noviembre Donde dije "digo", digo "Diego"
Uno de los inconvenientes de viajar es enfrentarte continuamente a situaciones del tipo “Donde dije digo, digo Diego” Las Compañías
a la hora de venderte algo prometen el oro y el moro siempre de forma verbal, en muchas ocasiones el servicio no tiene nada que ver
con lo prometido, siempre hay alguna incidencia y los problemas vienen a la hora de quejarte y de pagar. Te dan ganas de pedir todo
por escrito, pero esto es imposible.
Hoy nos han tocado un par de estos problemas. Al ir a pagar el Hotel, Luis había negociado previamente con el dueño un descuento por
una estancia larga, pero como es habitual la persona de recepción no está al tanto y empezó la típica conversación de aclaraciones
y malentendidos, que en este caso se solucionaron al instante con una llamada al dueño, que confirmó las condiciones pactadas. Afortunadamente
esta incidencia se solucionó bien.
Por el contrario, el gerente de la Compañía de alquiler de coches ALLIED, no cumplió su palabra. Nos alquilaron un coche defectuoso
que tuvimos que cambiar al segundo día porque le fallaban la transmisión y los frenos. El gerente nos aseguró que pondría una nota
en el sistema para NO COBRARNOS LOS DOS PRIMEROS DIAS y que nos podemos quedar con el coche el tiempo que haga falta.
Domingo, tres de la tarde, hora puntual de la entrega y la señorita de recepción tampoco sabe nada de nada. Empieza la discusión y
al intentar hablar con un gerente, no hay nadie disponible. Ella habla con el dueño por teléfono e insiste en que no puede pasarnos
con él y que llamemos al día siguiente, cuando estaremos en Lima. El gran inconveniente con las casas de alquiler de coches es que
como te hacen firmar un voucher de visa en blanco al llevarte el coche, cuando se hace el pago final estás totalmente indefenso. Se
montó una buena en la oficina y llamamos a la policía y todo, pero desafortunadamente sólo se ocupan de asuntos criminales, no civiles.
Si quieres que te hagan caso no queda más remedio que denunciar y el proceso es largo y tedioso. Que si eres turista estás perdido,
vamos.
A eso de las 8 de la tarde abandonamos Puerto Rico y cogemos el avión hacia Miami, donde a las 11 de la noche tomaremos otro
a Lima, pasando noche en el avión y llegando a Perú a las 5 de la mañana. Una palicilla, pero no había opción.
- ¿Me podría indicar por favor como llegar al puerto?
- ¿Al puelto? ¡Cómo no, mi amol! Mira, ve pol favol con el carro todo delecho
y luego giras a la izquielda. Verás un choping y justo detlas, you are there, mi amol . Right?
- ¡Ah! pues muchas grrraaacias.
- A la
olden siemple. Suelte, Bye.
¡Qué graciosos! Je, je.