1. MENTALIZARSE
Tener ilusión y tenerlo claro es fundamental. Luego, a medida que te vas informando y vas conociendo gente lo ves más posible. Pero
también hay que estar dispuesto a renunciar a algunas cosas.
Tendrás muchos altibajos: unos días lo verás clarísimo y otros pensarás
que es una locura. Necesitas tiempo para hacerte a la idea. Harás y desharás la mochila unas cuantas veces, se lo empezarás a contar
a tus amigos, a tus familiares y tú mismo te lo irás creyendo más.
El primer paso para materializar el compromiso del viaje esPONERSE UNA FECHA, y aferrarse a ella. Esto supone que hay una meta que cumplir en un determinado tiempo y las prioridades del día
a día cambiarán para poder centrarse en la preparación del viaje. Si no hay fecha, siempre habrá algo más importante que hacer, o
no habrá prisa, o surgirán otros imprevistos..……Psicológicamente ayuda mucho. Y después, COMPRAR LOS BILLETES: el segundo paso.
Una vez que los tienes ya lo ves posible, ya has empezado el viaje, ya no hay vuelta atrás.
Obviamente informarse de los sitios a visitar, los medios de transporte, las estaciones y sobre todo, visitar páginas de otra gente que haya tenido la misma experiencia, dan más seguridad y te ayudan a planificar:
Viajar con niños
Ni qué decir tiene que los niños se dan cuenta de que está pasando algo. Aunque su concepción del tiempo y la distancia no es la misma que
la de un adulto, es bueno irles hablando del viaje, de los países que se quieren visitar, enseñarles fotos y hablarles de las costumbres
tan distintas, los diferentes medios de transporte que se van a utilizar, los animales que se van a poder ver, irles mentalizando
a ellos también y que participen en la preparación de algunas cosas. De esta manera a ellos también se les crea ilusión y expectativas
sobre la aventura en común.
En cuanto a las comidas, se puede probar a llevarles a restaurantes de comida internacional antes
de iniciar el viaje: china, tailandesa, mejicana, libanesa, para que empiecen a probar otros sabores y no cierren en banda con la
pasta y el pollo nada más.
Ellos deben ayudar a preparar su equipaje y saber lo que llevan y lo que no. Y por supuesto, que preparen su mochilita de juegos en la que sólo podrán ir cosas prácticas, que ocupen poco y que realmente vayan a utilizar, algún libro de lectura, una comba, cartas, UN PELUCHE para las noches. Harán y desharán su mochila un montón de veces antes de salir. Cuando un niño le cuenta a alguien que va a dar la vuelta al mundo, la reacción natural es pensar que está fantaseando porque en realidad no tiene las medidas espacio-temporales claras. Pero le gustará hablar de los países que va a ver, de cuántos aviones y autobuses va a utilizar, etc, y de esta forma irá interiorizando el viaje.
2. EL ITINERARIO
¿Por dónde empezar?
Primero hay que tener claro qué se quiere visitar y cómo se puede llegar a cada lugar.
Un buen día te haces con
un mapamundi gigante y empiezas a poner chinchetas con un hilo que simula la ruta a seguir, y te das cuenta de que el mundo hay muchos
más países de los que un principio habías imaginado.
Información: guías
Luego se compra uno las estupendas guías de viaje de la editorial Lonely Planet (conocidas en el mundo entero por
cualquier mochilero que se precie) La información que aportan está muy bien estructurada y es muy detallada, con lo que sirven de
una gran ayuda para planificar y para presupuestar. Con la ayuda de las imágenes en internet uno se puede hacer una idea de la apariencia
de ciertos lugares y decidir si se elimina o se añade a la ruta del viaje. También cuenta mucho las experiencias de amigos viajeros
que ya hayan visitado los mismos enclaves.
Información: las estaciones
Información: conexiones vuelos y transportes
La logística es fundamental para poder hacer conexiones adecuadas con los distintos tipos
de transportes. Para ello es necesario saber primero cuáles son esas conexiones. Entonces uno investiga en las páginas web de las
distintas líneas aéreas y descubre , por ejemplo, que no hay conexión alguna entre Isla de Pascua y Nueva Zelanda, que estás obligado
a ir y volver a Santiago de Chile, lo que cuenta como un vuelo más, y el tiempo que pierdes en ir y venir. Conclusión….no vamos a
isla de Pascua (quita la chincheta del mapa).
Existían dos opciones para comprar los billetes de avión:
1.- Irlo haciendo sobre la marcha, lo cual implicaba tomarse un tiempo para buscar los billetes, y las limitaciones de disponibilidad
en cada momento. Dependiendo de en qué condiciones se viaje y número de pasajeros, puede resultar más económico. Las ventajas son
sobre todo la flexibilidad, el no estar atado a una fecha para irte de un lugar, y le economía, pues siempre puedes esperar a encontrar
una oferta más adecuada.
2.- Comprar un billete de vuelta al mundo. Las distintas alianzas de las compañías aéreas ofrecen esta modalidad de billete. Según
la alianza hay una serie de limitaciones, a saber, número limitado de vuelos, o de millas, un período máximo de un año para viajar,
y el no retorno a un continente una vez que se ha salido de él. . En nuestro caso nos decidimos por la oferta de
Con todos estos factores en cuenta un día visitas la agencia de Iberia correspondiente para
reservar los billetes (sin coste alguno hasta 20 días antes de volar) y empiezan los encajes de bolillos. Desde aquí gracias a CARMEN
y sus compañeros de la oficina de Iberia, que tan amablemente ha soportado nuestros numerosos cambios y exigencias…
La programación
ya va tomando forma: primero los billetes, luego las vacunas, el seguro médico, los contactos para el alojamiento y los alquileres…Y
ahora la pregunta…. ¿Pero quién me mandaría a mi?
Información: cambio cultural
Lo dicho anteriormente condiciona la ruta en gran medida, pero hay que tener en cuenta también el factor
del cambio cultural. En un viaje tan largo vas a cambiar constantemente de culturas, del llamado primer mundo a países en vías de
desarrollo o incluso del tercer mundo. Puedes decidir empezar fuerte, con
En nuestro caso, y dado que viajábamos con niños, decidimos empezar por los U.S.A por dos razones:
1.- Necesitábamos hacer tiempo
para que llegara el verano al hemisferio Sur.
2.- Preferimos habituarnos al cambio desde un país desarrollado en el que hubiera ciertas
“comodidades”, pero que nos fuera enseñando el ritmo que nos íbamos a encontrar en el resto del viaje.
Esta es la parte de
EL VIAJE NO ERA EL MOTIVO por el cual dejar un trabajo. El proyecto llevaba en marcha tres años en espera del momento de un cambio
profesional para Luis, momento que se dio en la primavera del 2008. En vez de buscar una incorporación inmediata en otra empresa decidimos
que podíamos tomaros un año de vacaciones laborales.
3. EL TRABAJO
Pensamos que la ausencia del mercado laboral durante a un año a nuestra edad (en los cuarenta) no es todavía un problema serio y que
buscar otro puesto de trabajo a la vuelta no tiene por qué ser ningún drama. Es un período de tiempo muy corto como para apreciar
un cambio drástico en el mercado laboral. Es probable, eso sí, que no volvamos a tener las condiciones anteriores pero habrá que adaptarse,
igual que habría pasado si hubiéramos un cambio laboral sin habernos marchado, como ya ha pasado anteriormente.
También existe
la posibilidad de conseguir algún trabajo temporal por el camino para sufragar parte de los gastos del viaje.
4. EDUCACIÓN
Por lo que sabemos hasta ahora,
Ni qué decir tiene que los niños van a aprender cosas en el viaje que jamás aprenderán en el colegio. Igualmente obvio es que todo
depende mucho de cómo sean los niños, de lo despiertos y curiosos que sean, de su adaptación a distintas situaciones, de su aguante
físico y, muy importante, de cómo sean los padres. Condiciona la edad de los pequeños, por logística, horarios y materias a estudiar.
En nuestro caso, con dos niñas de 7 y 9 años, nos vimos capacitados para poder darles clase durante todo el viaje ya que las materias
no requieren un nivel de especialización alto.
Desde el primer momento que se planteó el proyecto a la dirección del colegio de nuestras hijas HUBO UN APOYO INCONDICIONAL, pues
en vez de verlo como un año perdido, se vio como una oportunidad única educativa en todos los sentidos. Las niñas no han perdido el
curso y se han incorporado a sus grupos como si no hubieran faltado. Lo que no podíamos obviar era su progreso en lectoescritura y
matemáticas, por lo que la programación más trabajada fue la de matemáticas, lenguaje, ortografía, lectura y comprensión de texto.
¿Realmente vamos a perder algo en este año fuera? Nosotros podremos reincorporarnos a la vida laboral, seguramente con condiciones
distintas, las niñas seguirán su educación y no perderán curso, la casa sigue ahí, la familia, los amigos ¿Qué más íbamos a ganar
quedándonos? ¿Y qué vamos a ganar si nos vamos?